Por Florence Poznanski /Edición: Laudenice Oliveira / Traducción: Lucas Bois
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La agroecología no es una pauta solamente brasileña. En todo lugar del mundo es necesario rediseñar los procesos de producción de alimento y del cultivo de la tierra. En el IV ENA (Encuentro Nacional de Agroecología), la Articulación Nacional de Agreocología (ANA) se empeñó en fortalecer sus redes internacionales. En su cuarta edición, realizada entre 31 de mayo y 03 de junio en Belo Horizonte (MG), hubo la participación de cerca de cincuenta personas provenientes de 14 países.
La organización francesa CCFD (Comité Católico Contra el Hambre y el Desarrollo) fue una de las organizaciones presentes en el IV ENA. La entidad que actúa desde hace más de 50 años en favor de los derechos de la tierra en todos los continentes, también es socia institucional de la ANA desde 2016. Juntas, acompañan un programa mundial sobre transición agroecológica y de valorización de los saberes de las comunidades tradicionales. En América Latina, además de Brasil, el CCFD actúa junto con organizaciones en otros diez países como México, Perú, Ecuador y Haití.
En América Latina, la agroecología es una lucha política
“La experiencia latinoamericana nos interesa mucho porque desarrolla un enfoque político de la agroecología que va mucho más allá de la única cuestión de la agricultura. Además del debate sobre producción de alimentos sanos y el cuidado de la siembra, el movimiento logra interconectar otros ejes centrales como el trabajo digno, el empoderamiento femenino o la lucha por la democracia”, explica Martin Willaume encargado de proyectos en la región andina para el CCFD. “Este enfoque no existe en otras regiones del mundo, como por ejemplo, en África donde el movimiento actúa en el campo meramente técnico. Nos interesa entender cómo se construye esa articulación para llevar la experiencia allá”, añade Martin.
Él resalta que hay varios frentes agroecológicos en el continente que se entrelazan con agendas mucho más amplias y encuentran una resonancia significativa. En Bolivia, por ejemplo, el proceso de agroecología se ha convertido en un ejecentral en el proceso de construcción de autogobiernos indígenas, en el campo de la legislación del estado plurinacional. En Perú, los movimientos construyen la agroecología como medio de lucha contra la minería, ya en Colombia ella dialoga con el proceso de paz.
Unión internacional para enfrentar los imperios
De acuerdo con Paulo Petersen, del Núcleo Ejecutivo de la ANA, la construcción de esas alianzas internacionales es importante, principalmente, en el contexto que vive Brasil. “El propósito de la agroecología es de ser una pauta transversal. Si miramos los 17 objetivos de desarrollo sostenible [aprobados universalmente por las Naciones Unidas], nos damos cuenta que la agroecología abarca la mayoría: el clima, el agua, la lucha por la igualdad de género, el trabajo digno, contra la pobreza, el hambre “, apunta Paulo.
El análisis de Paulo completa la reflexión de Martin sobre la dimensión política de la agroecología. “No hay como como pensar en la agroecología sin hablar de la defensa de la democracia. Estamos hablando de procesos que no se encuadran en una lógica de mercado. La agroecología está ligada al bien común. Se trata de un desafío mundial porque las empresas contra las que estamos luchando son imperios globales y la respuesta para esto es construir más autonomía, más soberanía para acercarse a la naturaleza y tejer nuevas relaciones sociales”, dice Martim. Él explica que varias organizaciones latinoamericanas entraron en contacto con la ANA interesadas en participar del IV ENA. Martim todavía destaca cómo estos intercambios de saberes son importantes para alimentar la creatividad y traer nuevas ideas al campo de la lucha.
Brasil tiene una articulación pionera en el continente
Entre las representantes latinoamericanas que vinieron al IV ENA, estaba la colombiana Patrícia Candela Orozco que vino a conocer la experiencia brasileña. Ella actúa en el Instituto Mayor Campesino (IMCA) que se encuentra en la región del Valle del Cauca, cerca de Cali. La entidad trabaja a 57 años con comunidades campesinas enfocada en la ciudadanía, la democracia y la economía solidaria.
Para Patrícia, Brasil es pionero en la articulación de la agroecología en América latina. Ella cuenta que quedó muy impresionada con la metodología llamada “mística”, que se desarolla con música, teatro y poesía. La mística se utiliza para acoger a los/las participantes de encuentros, para celebrar las victorias, para fortalecer las luchas o para introducir o contextualizar los debates en los espacios diversos, además de propiciar mayor interacción con y entre los participantes. “El hecho de añadir la parte espiritual de las personas dá más fuerza a los mensajes de esa lucha. Si cada uno vive este mensaje dentro de su interior, lo podrá transmitir más fácilmente al resto de las personas “, cree Patricia.
Parabéns mano! Muito obrigadobuy viagra
Parabéns a todos e todas que tornaram o IV possível e tão bem sucedido . Foi um encontro de corpos e almas . Estive lá como espectadora e pude sentir o quanto a Agroecologia se fortaleceu com este encontro . Que venham os próximos encontros no Brasil e no mundo !!!
Muy interesante Florence!! Lo que pudimos comprobar que los actores de este desastre medio ambiental y social con la producción transgénica son los mismos en el Brasil que en la Argentina, en el Paraguay que en Bolivia… Eso nos coloca en la necesidad de generar redes y otras formas de cooperación transfronteriza para el fortalecimiento de la agroecología como respuesta, fundamentalmente, social y política…
Este encuentro y el ENA nos abrió una ventana importante!!
Gracias compañera!!