Por La Via Campesina,
Los días 18 y 19 de septiembre de 2014, se celebró el Simposio Internacional de Agroecología para la Seguridad Alimentaria y Nutricional, en la sede la Organización de Alimentación y Agricultura (FAO) de la ONU, en Roma. Este evento inédito marcó la primera vez que la FAO toca de manera oficial y directa el tema de la agroecología.
En sus palabras de clausura, José Graziano da Silva, Director General de la FAO, dijo: “Hoy se abre una ventana en lo que por 50 años fue la Catedral de la Revolución Verde.” La delegación de La Vía Campesina, que participó en el Simposio, saluda esta nueva apertura, pero expresa cautela frente a los intentos que se observaron, de cooptación de la agroecología.
Según La Vía Campesina, la ciencia, las prácticas, y el movimiento de la agroecología, son el producto de la acumulación durante siglos de saberes campesinos e indígenas, de cómo se producían los alimentos para la humanidad, antes de la invención de los agrotóxicos, saberes ahora sistematizados a través un ‘diálogo de saberes’ con las ciencias occidentales de la ecología, la agronomía, la sociología rural, etc. La agroecología ha crecido mucho en las últimas décadas, entre los movimientos sociales del campo, entre los consumidores, con los ambientalistas, y otros, sobre todo por la fuerte crítica que hace, y las alternativas que representa a, los males de la mal llamada ‘Revolución Verde,’ de la agricultura industrializada. Para la Vía, la agroecología campesina es un pilar fundamental en la construcción de la soberanía alimentaria.
Las instituciones y los gobiernos, quienes en su gran mayoría responden a los intereses del agronegocio nacional e internacional, han resistido la agroecología, de tal manera que hablar de las alternativas que propone, ha sido tabú hasta ahora en las instituciones como la FAO. Pero de cierta manera esto ha ido cambiándose últimamente, aunque de manera parcial.
La degradación del suelo, y demás recursos productivos, y el cambio climático, han colocado en duda el futuro de la agricultura industrial. Y el número de científicos con datos y estudios que respaldan la agroecología, como enfoque superior, en términos de productividad y de sustentabilidad, crece. En consecuencia, se ha producido mas apertura institucional a la agroecología.
Pero es una apertura ‘calificada.’ Mientras los movimientos sociales, como La Vía Campesina, vean a la agroecología como la alternativa a la agricultura industrial, y destacan su promesa transformadora de las realidades rurales, la apertura institucional actual, es mas bien a una agroecología acotada, que se limita a agregar nuevas herramientas a la caja de herramientas de la agricultura industrial; o sea, métodos para reducir los impactos negativos en su futura productividad. Los que promuevan este enfoque, suelan usar nombres como ‘intensificación sustentable,’ o ‘ecológica,’ o ‘agricultura inteligente para el clima,’ para referirse a esta visión, que erróneamente plantea que la agroecología sea compatible con las grandes extensiones de monocultivo, los agrotóxicos, y las semillas transgénicas. Para La Vía Campesina, esto no es agroecología, sino un intento de cooptación, que habrá que denunciar y resistir.
Una nutrida delegación de La Vía Campesina, de Mozambique, la India, Haití, Cuba, Brasil, México, Nicaragua e Italia, asistió a la conferencia en la FAO, y tres de las y los delegados fueron ponentes. De hecho la delegación llegó esperando lo peor, preparados para dar la batalla en contra de la cooptación. Lo que resultó refrescante, sin embargo, fue que la mayoría de los científicos invitados, coincidieron con la visión de la Vía de la agroecología como alternativa, para la transformación, y con sus planteamientos de contenidos sociales, políticos, económicos y culturales, además de su contenido técnico. Lo cual dejó como minoritaria las posturas, también representadas, de las tendencias mas cooptadoras.
Esto permitió que la síntesis de conclusiones del Simposio, presentado por los relatores el segundo día, enfatizara puntos netamente positivos, incluyendo afirmaciones que:
• La agroecología esta enmarcada en una serie de principios, y no es una caja de herramientas o recetas tecnológicas,
• La agroecología cuestiona el modelo agroalimentario actual, y promueve una transformación radical, donde los campesinos estén al centro de este proceso social,
• La agroecología se fundamenta en un dialogo de saberes, por lo que se debe continuar ligando la ciencia con el saber, la innovación, y la practica campesina.
Y, que los grandes desafíos a enfrentar, abordan temas complejos pero urgentes, como:
• políticas publicas que promuevan la transformación agroecológica a nivel local, nacional y regional,
• la articulación entre productores y consumidores responsables y conscientes, en la necesidad de una transformación radical hacia un sistema alimentario socialmente justo,
• el apoyo a los movimientos sociales en sus esfuerzos de escalonamiento territorial de la agroecología.
El dirigente campesino haitiano, y miembro de la Comisión de Coordinación Internacional (CCI) de la Vía, Chavannes Jean-Baptiste, afirmó que “este Simposio representa un paso en dirección positiva de la FAO,” pero alertó sobre el conflicto que se está dando, “entre el bien y el mal,” por la definición y el futuro de la agroecología. Frente a esta disputa, remarcó la necesidad de hablar de la ‘agricultura campesina agroecológica,’ porque, “la agroecología es un modo de vida, y no solo un modo de producción.”
La dirigenta Rilma Román, de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños de Cuba (ANAP), también miembro de la CCI de la Vía, señalo la centralidad del “saber y práctica campesino como la verdadera base de la agroecología.” E insistió que, en países como Cuba, “la agroecología campesina no es teorética, sino es una realidad ya.” Andrea Ferrante, dirigente de la Asociación Italiana de Agricultores Biológicos (AIAB), enfatizó que, “la agroecología es una realidad en Europa también,” aunque, dijo, “este hecho fue poco reconocido en este Simposio.”
Marciano da Silva, del Movimiento de Pequeños Agricultores de Brasil (MPA), enfatizó la importancia de estar vigilantes, frente a los intentos de cooptación de la agroecología por al agronegocio y las instituciones. Dijo que la FAO, y algunos Ministros de Agricultura, que se hicieron presentes en el Simposio, se comprometieron públicamente con la agroecología, pero que ahora “depende de nosotros, hacerlos cumplir.”
Renaldo Chingore João, de la Unión Nacional de Campesinos de Mozambique (UNAC), subrayó la importancia del nuevo reconocimiento tácito, de parte de la FAO, de que, “la Revolución Verde está en plena decadencia,” y que habría que “llevar este mensaje a nuestros gobiernos Africanos.”
Nandini Kardahalli Singarigowda, productora agroecológica exitosa, de la Asociación Campesina del Estado de Karnataka de la India (KRRS), dijo que, “nosotras, las mujeres campesinas de KRRS en la India, estamos promoviendo con éxito la agroecología,” y preguntó, entonces: “¿Por qué no lo puede hacer la FAO?” Finalmente, Peter Rosset del equipo técnico de la Vía, comentó que “la agroecología es sobre todo un proceso social y organizativo.” “Para llevar la agroecología a escala territorial,” dijo, “se requieren organizaciones campesinas y movimientos sociales rurales, capaces de construir procesos sociales, de aprendizaje horizontal, con protagonismo campesino.”
Para concluir, Chavannes Jean Baptiste de La Vía Campesina en Haití agregó que, “la agricultura verdaderamente inteligente es la agroecología, es la vía segura para resolver los problemas de la alimentación y la crisis climática en el planeta.”